Convento de las Capuchinas de A Coruña

Convento de las Capuchinas de A Coruña

El Convento de las Capuchinas de A Coruña fue concebido en 1682, en el lugar de Las Maravillas, por iniciativa de Dña. Catalina de Estrada y Salazar. Su deseo era  crear un retiro de clausura para damas y viudas con poca hacienda, ya que este convento no era obligatoria la dote. Tras haberlo ideado para carmelitas, al finalmente se decanta por la orden de Clarisas Capuchinas.

El inicio de esta fundación comenzó en la antigua Capilla de la Virgen de las Maravillas (cuya imagen, de gran devoción en aquellos tiempos, se conserva aun en el templo actual)  y junto un caserón y otras propiedades que donó para tal motivo Dña. Antonia de Prego. 

Las madres fundadoras llegaron del Convento de la Encarnación de Madrid en 1683, y se hospedaron en las Barbaras hasta que su nueva casa no estuvo preparada.  Aunque el nuevo convento fue proyectada por Domingo de Andrade, quien trazó  la planta del cenobio, la fábrica fue diseñada por Fernando de Casas y Novoa, arquitecto de la Fachada del Obradoiro de la Catedral compostelana, y una de las grandes figuras del barroco español. 

La austera fachada, del primer tercio del s. XVIII, se levanta sobre escalinata semicircular, para salvar el desnivel del terreno. Posee dos cuerpos, el primero con cuatro pilastras adosadas, y en el centro una hornacina con la imagen de la titular, lugar donde se concentra la ornamentación de barroco de placas. Remata el segundo cuerpo una espadaña, que muestra el escudo de la orden franciscana, y en lo alto un frontón curvo quebrado, y en el centro la cruz. El interior, con amplio y abovedado nártex, destaca por su sencillez, planta de una sola nave y crucero levemente acusado, se caracteriza por  tener el gran retablo mayor ubicado en el arco triunfal del presbiterio, careciendo por ello de ábside en planta.

Convento de las Capuchinas de A Coruña

Este bello retablo, diseñado por Casas Novoa y ejecutado por Miguel de Romay, se concibe en dos cuerpos y tres calles. El primero, con un camarín-tabernáculo eucarístico, que hoy preside la Virgen de la O, o de la Esperanza, bella imagen de vestir de José Ferreiro. La iconografía, en las calles laterales, está alterada, al ser repartida la imaginería entre el actual retablo y el nuevo convento, en Sta. Cruz de Lians (Oleiros). Pero su programación se refiere a santos franciscanos: Sta Coleta, Sta. Rosa de Viterbo, San José y San Gracio, ermitaño que fue de la pequeña capilla de las Maravillas y que murió en olor de santidad, siendo nombrado santo por el propio pueblo, y no por Roma. 

Corona el retablo el ático con dobles y enormes volutas y pináculos, que enmarcan la hornacina de la Virgen de las Maravillas, puesta como titular del convento por orden de la Colegiata. Toda esta imaginería del retablo central se atribuye también a Romay.  

Posee otras dos tallas de vestir que se atribuyen con acierto a Ferreiro, San Antonio y el Jesus Nazareno llamado del Perdón. Interesantes los pequeños retablillos laterales, destacando la delicada belleza de la pareja de bustos de la Dolorosa y el Ecce Homo. La urna del yacente, obra del XIX,  de Francisco Rodeiro, es una laboriosa filigrana realizada en caoba, ébano y marfil. 

Es de destacar que, gracias a la iniciativa del entonces Capellán, D José Morente Torres, y posteriormente de D. Manuel Espiña, en este templo se celebraron las primeras misas en gallego, en los años 60 del s. XX, en plena dictadura franquista, concurridísimas y recordadas por los coruñeses de la época, y donde el coro Galicia Nova, dirigido por Ramiro Cartelle, interpretaba toda la liturgia en este idioma. 

En la actualidad, propiedad del Arzobispado de Santiago de Compostela, y cedida para el uso de la cercana Parroquia de San Nicolás. 
Los Amigos de las Capuchinas es el grupo de voluntarios que gestionan la apertura diaria, los cultos, y múltiples conciertos y actos culturales que en la actualidad centran su actividad. 

• Su horario de visita es de Lunes a Domingo de 18,30 a 20,30 h. 
• Se pueden solicitar con antelación visitas guiadas gratuitas para grupos.

Texto: Pablo Carballido.